En este episodio de La Diva de México, se destapa todo lo que piensas —pero no siempre dices— sobre los vecinos. ¿Los saludas o ni los volteas a ver? Llamadas llenas de humor, anécdotas picantes y hasta tragedias vecinales nos muestran el verdadero vecindario: el que escanea, el que te ofrece café, el que mete cizaña o el que termina en malos pasos. Laurita revela un chisme que parece telenovela; Dulce confiesa que mejor de lejos; y Florentino presume tener vecinos que hasta le cuidan las plantas. Entre risas, confesiones, historias subidas de tono y frases inolvidables como “me dejó con la palabra en la boca” o “no more, no more”, este episodio es puro entretenimiento con la lengua más afilada de la radio. ¡Sas, culebra al piso y tras, tras, tras!